La Feria del Libro “Entre Letras y Montañas” arrancó este viernes en la Plaza Cívica de Teziutlán, con una agenda repleta de arte, literatura y cultura para toda la familia. El evento, que se desarrollará del 10 al 20 de abril, busca consolidarse como un espacio permanente para el pensamiento crítico y la identidad regional.

Teziutlán, Pue.- En un ambiente de entusiasmo y participación ciudadana, Teziutlán dio el banderazo de salida a la primera edición de su Feria del Libro, un proyecto que, más allá de las palabras, pretende edificar puentes entre generaciones, saberes y territorios. Con una programación extensa que va desde presentaciones editoriales hasta actividades lúdicas, el municipio inicia una apuesta ambiciosa por convertirse en un polo cultural de la Sierra Norte de Puebla.

El acto inaugural, celebrado en la Plaza Cívica, reunió a autoridades, autores y familias teziutecas que fueron testigos del nacimiento de un espacio destinado a perdurar. La ceremonia estuvo presidida por el Profesor Carlos Aburto Macías, regidor de Educación y Deportes, quien acudió en representación de la presidenta municipal Karla Martínez Gallegos. El funcionario subrayó el valor estratégico del evento: “Esta feria representa un paso firme hacia la construcción de una sociedad más culta, crítica y participativa”.

Con el respaldo de instituciones como el Fondo de Cultura Económica, la Secretaría de Cultura y diversas direcciones municipales, la feria ofrecerá un abanico de propuestas que incluyen música, danza, cuentacuentos, conferencias, actividades infantiles y la presencia del Librobús, una biblioteca móvil que democratiza el acceso al conocimiento.

Entre los autores convocados figuran Carmen Nozal, Didier Armas y Alejandro Von Düben, quienes no solo presentarán sus obras, sino que abrirán espacios de diálogo con los asistentes, en un intento genuino por acercar la escritura y el pensamiento a la comunidad.

Bajo el lema que da nombre al evento, “Entre Letras y Montañas”, el proyecto cultural busca posicionar a Teziutlán como un nodo literario con identidad propia. La feria no es solo un escaparate editorial; es un ejercicio de afirmación regional, una invitación abierta a repensar el papel de la cultura en la vida pública y una celebración del encuentro entre palabra y territorio.