Días de tensión en la zona residencial más exclusiva de Puebla: el retiro de taxis pirata ha dejado a cientos de trabajadores sin opciones de movilidad, mientras los residentes deciden qué transporte permitir dentro de sus clústeres privados. 🚑🚍
Angelópolis - La movilidad en Angelópolis se ha convertido en un campo de batalla. El reciente retiro de taxis pirata del Periférico Ecológico ha generado un conflicto de grandes dimensiones donde las restricciones de acceso y la falta de alternativas eficientes han desatado enojos y protestas entre los trabajadores y usuarios habituales de este servicio.
Mientras la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) intenta imponer orden con rutas oficiales, los afectados denuncian que las soluciones implementadas no resuelven su problema de desplazamiento.
La secretaria de Movilidad, Silvia Tanús, defendió la decisión gubernamental de eliminar los taxis pirata, argumentando que la operación de estos vehículos ponía en riesgo a los pasajeros al carecer de regulación, seguros y medidas de seguridad adecuadas. En su lugar, el Estado habilitó 50 unidades de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) y rutas complementarias operadas por la empresa Autobuses Oro. Sin embargo, los usuarios han manifestado su inconformidad, pues estas unidades no llegan hasta sus centros de trabajo dentro de la zona residencial y tienen que caminar hasta 40 minutos o pagar un taxi de aplicación que en promedio les cuesta 80 pesos.
La eliminación de los taxis pirata ha generado una brecha de movilidad para cientos de personas que dependían de ellos para llegar a tiempo a sus labores.
El conflicto no sólo radica en la falta de transporte, sino en la rigidez de las normas internas de Lomas de Angelópolis. Al tratarse de una zona privada, la administración de los clústeres tiene la facultad de decidir qué vehículos pueden ingresar. Esto ha llevado a que los propios residentes deban organizarse para definir qué transporte permitir dentro de su comunidad. Grupo Posadas, socio mayoritario del desarrollo inmobiliario, ha recibido la facultad de gestionar el servicio de transporte interno.
La SMT ha dejado claro que no puede licitar ni imponer un sistema de transporte en vialidades privadas. "El Estado solo puede acercar el servicio a los espacios catalogados como comunes, pero dentro de los clústeres, los residentes tienen la última palabra", explicó Tanús. Esto ha generado un verdadero problema: mientras los propietarios buscan preservar la exclusividad de la zona, cientos de trabajadores enfrentan dificultades diarias para acceder a sus empleos.
La eliminación de los taxis pirata también ha puesto en evidencia un problema más profundo: la falta de planeación en el transporte público de Puebla. La improvisación en la habilitación de nuevas rutas y la ausencia de un plan de transporte que resuelva la constante lucha entre la regulación estatal y las necesidades reales de la población.
Los residentes de Lomas de Angelópolis tendrán una reunión el próximo jueves para decidir qué transporte permitir dentro de su comunidad. Por otro lado, los trabajadores siguen esperando soluciones efectivas que no los dejen varados a mitad del camino. La crisis de movilidad en Angelópolis no es solo un problema de transporte, sino un reflejo de las desigualdades y la fragmentación social en una ciudad donde la exclusividad y la necesidad chocan cada día en las mismas calles.
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